Álex Saab, tiene en jaque a Nicolás Maduro y su régimen
Álex Nain Saab Morán, preso en Estados Unidos, tendrá que responder en ese país por lavado de activos, mientras que en Colombia la justicia lo investiga por el mismo delito y también por concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito de particulares y estafa agravada.
Sus multimillonarios bienes, entre los que se encuentra una mansión en Barranquilla avaluada en 28.000 millones de pesos, están sometidos a extinción de dominio. Las autoridades tienen perfilado a este barranquillero como un delincuente egocéntrico, desconfiado y calculador que no delega, pese a que su entramado criminal es denso e involucra a decenas de personas no solo en Venezuela y Colombia, sino también en países como Irán, China, Turquía, Rusia, México, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Italia, Antigua y Barbuda, Panamá y Dominica.
Saab tiene en sus manos una verdad que tiene temblando a Nicolás Maduro y su régimen, así como a varios políticos y empresarios de todos los países con los que mantenía relaciones comerciales corruptas. En Colombia también hay varias personas aterradas con las revelaciones que pueda hacer ante la justicia de Estados Unidos. Pero Saab está hoy entre la espada y la pared. Si bien había iniciado acercamientos de colaboración con la DEA mientras estaba detenido en Cabo Verde, no contaba con que, ya extraditado, su esposa y sus hijas, de 2 y 4 años, terminarían atrapadas en Venezuela y bajo el control de Maduro.
En realidad están secuestradas y se convirtieron de un momento a otro en una moneda de cambio entre Saab y el Palacio de Miraflores, que exige su silencio. La imagen de Saab humillado, derrotado, asustado, vestido de naranja, tratado como un criminal por los agentes federales, le dio esta semana la vuelta al mundo, mientras que en Caracas le rendían homenajes de mártir de la revolución y mostraban imágenes de su esposa, Camilla Fabri, llorando como si se tratara de una gran injusticia. La duda ahora es si Saab, como estrategia de supervivencia y de protección a su familia, se quedará callado, o si, por el contrario, aceptará colaborar con la justicia de Estados Unidos a cambio de beneficios para él y su círculo más cercano.
Saab es una ficha invaluable para Maduro, quien esta semana calificó su extradición como un “secuestro”. Es apenas natural. Saab era el intermediario de Venezuela en negocios de todo tipo. Desde la compra de repuestos para vehículos dedicados a las actividades del agro, hasta sistemas de riego, servicios de comunicaciones satelitales, intercambio de oro, carbón, petróleo, pasando por repuestos para aeronaves, gasolina y misiles. Saab era un todero y los secretos que guarda podrían ser la estocada final para Maduro, sus secuaces y todos aquellos que le ayudaron en sus fechorías por años.
Sus vínculos con el régimen venezolano vienen desde el Gobierno de Hugo Chávez, los cuales fueron heredados por Maduro, llegando a construir un poderoso y opaco entramado que, según los registros en poder de las autoridades, involucra hasta la propia Cilia Adela Flores, la primera dama de Venezuela.
Así mismo, a Diosdado Cabello; la vicepresidenta Delcy Rodríguez; el ministro Tareck El Aissami; Simón Alejandro Zerpa; el exministro de alimentación y gobernador de Aragua, Rodolfo Clemente Marco; José Gregorio Vielma, exgobernador del Táchira; Illiana Josefa Ruzza, y Erick Malpica Flores, sobrino de la primera dama. Diosdado Cabello estaba al mando de los negocios en cárnicos y cueros, en los que también participaba Saab.
Los investigadores aseguran que la exsenadora colombiana Piedad Córdoba fue la persona que llevó a Saab a Miraflores. SEMANA, además, conoció un llamativo vínculo. El padre de Saab, Amir Saab Rada, sería primo de Nasser Saab, padre de Tareck Wlliam Saab, actual fiscal general de Venezuela, quien calificó de “ilegal” el envío de Saab a Miami.
La protección del régimen al empresario barranquillero pasa por un pasaporte diplomático que le entregaron cuando fue detenido en Cabo Verde el 12 de junio de 2020, mientras viajaba a Irán, y por su nombramiento como negociador en la mesa de diálogo con la oposición en México, en una jugada desesperada para tratar de impedir su extradición. De hecho, tan pronto se supo que el avión del Departamento de Justicia despegó rumbo a la Florida, Maduro rompió los diálogos.
Saab es invaluable para Nicolás Maduro: era el intermediario de Venezuela en negocios de todo tipo. – Foto: aFp
Saab, un pulpo
Los primeros registros de Saab datan de 2011 y 2012, durante la era Chávez, cuando obtuvo sus primeros contratos para la construcción de viviendas prefabricadas en ese país, mediante el Fondo Global de Construcción. Las autoridades tienen el mapa de todas las empresas filiales que se derivaron de esa matriz y que se extendieron por Venezuela, Colombia, Ecuador, España y Malta. En los registros aparecen nombres de personas del círculo de confianza del expresidente de Ecuador Rafael Correa. Por esa época aparece en escena el colombiano Álvaro Pulido Vargas, socio de Saab, y por cuya cabeza la justicia de Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares.
Uno de los contratos que visibilizó a Álex Saab, y que desató las primeras denuncias periodísticas en su contra, fue los llamados Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Un documento reservado conocido por SEMANA señala que “los pagos de corrupción serían a través del Ministerio de Alimentos y de funcionarios del régimen (…) en bancos de España, Portugal e Italia”. En este entramado figura, por primera vez, Shadi Nain Saab Certain, un hijo de Álex Saab, quien fue representante legal de Group Grand Limited entre 2015 y 2017.
Uno de los contratos que visibilizó a Saab, y que desató denuncias periodísticas en su contra, fue el de los llamados Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). – Foto: aFp
“Group Grand Limited está registrada en Hong Kong y es propiedad o está bajo el control de Saab. La empresa sirvió como entidad principal en la red global de empresas fantasma y fachada utilizada tanto por Saab como por Pulido para facilitar el esquema de corrupción Clap”, advirtió en su momento el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Los investigadores también le siguen hoy el rastro al colombiano Carlos Rolando Lizcano Manrique, señalado de ser socio de Saab y Pulido, y al excónsul colombiano en Nueva York Javier Betancur Valle. Por su parte, el ministro Tareck El Aissami aparece como una de las personas clave para impulsar toda la telaraña empresarial de los Clap en Turquía.
Pero no solo eso. Según las investigaciones, Saab y el régimen de Venezuela también han concretado negociaciones oscuras con el oro de ese país. Y, según los documentos conocidos por esta revisa, lo han distribuido de manera ilícita de la siguiente forma: “10 por ciento para los grupos armados, 20 por ciento para la corrupción, 40 por ciento para el Estado de Venezuela, 10 por ciento para los dueños de las minas y 10 por ciento para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”.
En esta operación, tres aerolíneas internacionales están fichadas como transportadoras del oro a Turquía y Rusia, a cambio de mercurio para Venezuela. La estrategia es clara, según los informes: “Sacan oro de Venezuela. Buscan autonomía de vuelo, no sobrevuelan países de la Otan y transportan personas del régimen”. La comercialización del oro se concreta en Bélgica, Emiratos Árabes y Turquía.
En la compleja red de corrupción de Saab aparecen decenas de personas mencionadas. Una de ellas es Adrián Antonio Perdomo Mata, presidente de Minerven (Corporación Venezolana Minera), socio de Pulido y del mismo Saab, y quien fue denunciado en su momento por el periodista Roberto Deniz en el portal Armando.info.
En los registros conocidos por SEMANA, Perdomo Mata es señalado de ser un enlace con el ELN y las disidencias de las Farc. Estos grupos armados ilegales, protegidos en Venezuela, han prestado durante años el servicio del manejo de explosivos para la explotación de las minas en ese país.
Igualmente, Perdomo Mata figura como socio de la empresa Marilyns Proje Yatirim S. A., de origen turco, con registro mercantil de Estambul. Este hombre sería determinante también en una compañía de Saab, Trenaco, que ya fue disuelta y que tenía negocios con PDVSA, en los que aparece mencionado el colombiano Carlos Gutiérrez Robayo, concuñado de Gustavo Petro. Gutiérrez está en la mira porque supuestamente habría desviado dinero hacia una campaña política en Colombia hace unos años.
Los tiquetes bajo sospecha
Las autoridades han detectado un esquema de evasión de sanciones impuestas por Estados Unidos, donde los colaboradores de Saab están identificados y operarían a través de por lo menos 11 empresas. Igualmente, en el sector de los alimentos cárnicos y los cueros, Saab también tenía negocios con Venezuela. Al mando estaba Diosdado Cabello, su hermano José David y dos ciudadanos italo-venezolanos. “Tras la captura de Álex Saab, el régimen tendría la intención de continuar sus actividades de lavado y extracción de capital por intermedio de los hermanos Oronato Verrilli”, se lee en uno de los folios de la investigación.
Otro capítulo por esclarecer compromete directamente a la propia esposa del señalado testaferro de Maduro, Camilla Fabri, quien es investigada en Italia, su país de origen. Allí la relacionan con negocios en el Reino Unido, por medio de la firma Kinloch Investments Limited, que fue disuelta sorpresivamente el pasado 6 de julio. En dicha compañía aparece junto con el también italiano Lorenzo Antonelli, concuñado de Saab. Además, los agentes tienen información de negociaciones corruptas de carbón y madera, en las cuales estaría involucrada la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Álex Saab tuvo una crisis económica en 2015, de la cual se recuperó rápido a punta de los negocios con el régimen venezolano. Por ejemplo, aunque aparece a nombre de otras personas, él sería el dueño, junto con Álvaro Pulido, del capital de una aerolínea llamada Plus Ultra en España. Saab tendría a su servicio una flotilla de cinco aviones privados, dos de ellos Bombardier global 5.000.
Hay algo que ha llamado la atención de las autoridades y es la Agencia de Viajes Eurocontinentes, a la cual Group Grand Limited (empresa de Saab) le giró unos 100.000 dólares por pago de tiquetes entre 2015 y 2016. Entre los supuestos beneficiarios de los tiquetes aparecen las colombianas Piedad Córdoba, Piedad Castro Córdoba y Natalia Castro Córdoba. La representante legal de dicha agencia, entre 2013 y 2018, fue Adriana Martínez Rodríguez, esposa de Pulido.
Los investigadores aseguran que la exsenadora Piedad Córdoba llevó a Saab a Miraflores. – Foto: karen salamanca
En esta inmensa telaraña de Saab, que hasta ahora se empieza a descubrir, son protagonistas varios de sus familiares, entre ellos su exesposa Cynthia Eugenia Certain Ospina. Igualmente Saab había logrado crear lazos con importantes empresarios venezolanos, como Alejandro Betancourt López, Víctor Vargas Irausquín y Wilmer Rupertí, quien habría contratado a algunos abogados para Saab en Estados Unidos.
La ruta de París
En Colombia, siempre que se habla de Álex Saab, los reflectores se posan inmediatamente sobre la exsenadora Piedad Córdoba, quien ha negado vínculos con él. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia está indagando sobre el caso. En la mira habría cuatro cheques de la empresa Led Media Ltda., con sedes en Colombia y Venezuela, los cuales habrían llegado a manos de uno de los hijos de la líder política. También están bajo la lupa dineros entre 2009 y 2010 “para campañas política desde Venezuela, la compra de una camioneta blindada y operaciones de liberación de secuestrados”.
Así mismo, se indagan supuestas reuniones de Piedad Córdoba en un apartamento en París, que sería de propiedad de Álex Saab. Las autoridades quieren establecer si ha existido un vínculo entre ella y el buscado Álvaro Pulido, y si es cierto que ella lo presentó al régimen venezolano en 2009. De Pulido se sabe que no viaja fuera de Venezuela, que es el encargado del relacionamiento con todos los círculos de poder y que “ejerce la intimidación y la violencia para el control de los negocios”, según las pesquisas.
Pulido es conocido con el alias de Cuchi. En poder de los investigadores también hay unos correos electrónicos interceptados a las empresas de Saab, donde se habla de giros de dinero a “Piedad” y la “tía”. Aún no se sabe de quién se trata. Adicionalmente, hay algunos abogados colombianos en la mira por sus relaciones con el barranquillero. ¿Hasta dónde se trató de vínculos netamente profesionales? ¿Algunos hacían parte de este entramado?
Los nexos de Saab son tan diversos que incluso su empresa matriz aparece vinculada a Kassem Mohamed Saleh y a Alí Hussein Harb, dos personas por medio de las cuales haría llegar recursos para el financiamiento de Hezbolá. La ficha clave sería Ali Mohamed Fares.
Hoy, la suerte de Álex Saab en Estados Unidos es incierta. Sin embargo, lo más seguro es que ese país encuentre la fórmula para que él colabore y cuente todo lo que sabe sobre la corrupción del régimen venezolano, mientras sus ciudadanos se mueren de hambre en medio de la peor crisis humanitaria de su historia. Si Saab confiesa, se le viene encima la estantería a más de uno, incluidos varios colombianos. Por ahora, solo queda la imagen del barranquillero esposado en una cárcel de Estados Unidos frente al juez federal John O’Sullivan. Saab se hizo billonario consagrándose como un delincuente de talla mundial, al que Maduro y otros bandidos se aferraron para tratar de camuflar sus actividades ilícitas. La justicia se demora, pero llega. Mientras tanto, todos tiemblan.