Cómo hacer para que no le roben el celular
Antes, el cuerpo humano se dividía en cabeza, tronco y extremidades. Hoy, en cambio, se divide en cabeza, tronco, extremidades y celular. Este aparato ha llegado a convertirse en la caja de Pandora moderna. Si se lo roban y abren las aplicaciones, saldrá a relucir todo lo bueno y todo lo malo de usted. Por eso, para evitar que le roben el celular y descubran todos sus secretos, aquí le dejo los mejores consejos recomendados por la FBI (la Federación de Burladores de Incautateléfonos):
- Si tiene un iPhone, colóquele una carcasa que diga Nokia. Aunque si no quiere comprarle carcasa, envuélvalo en un interior sucio, una media usada o una pantaleta de abuela. Ahora, si quiere garantizar su seguridad, llévelo envuelto en un pañal.
- Píntelo de billete de Bolívar Soberano. Si se lo llegan a robar, se lo devuelven intacto.
- Tenga una matrioshka de celulares. Uno destartalado para cuando le pidan el viejito para cuando le pidan el que recién dejó para cuando le pidan el que está estrenando.
- Cómprese un par de zapatos cinco tallas más grandes y meta el celular dentro del zapato.
- Forre el teléfono con papel tapiz de piedra pómez y diga que usted nunca sale sin su adminículo de belleza, pues es modelo profesional de pies para antimicóticos.
- Contrate a un guardaespaldas para su celular (y conociendo el tamaño del mismo, puede contratar a un enano).
- Si quiere tener un iPhone 12, compre dos iPhone 6 y los empata con pega loca (o compre tres Samsung 7 y forme un 21 o cinco Huawei 8 y forme uno 40).
- Meta el celular en una caja de tampones y diga que, cuando tratan de robarle en “esos” días, usted puede ser más peligrosa que cuando compite por agarrar un buqué de flores en un matrimonio.
- En la parte de atrás, péguele una calcomanía que diga “Viva Nicolás Maduro”.
- Hay gente que ama llevar el celular dentro del pantalón como si fuese un revolver. En ese caso, termine de asumir sus ansias de ser agente policial y lleve el celular metido en el pantalón, pero en la parte de atrás. Jamás le quitarán su iPhó.
- Amárrele una correa como si fuese una mascota (y si se lo tratan de quitar, hale la correa y úsela como una boleadora para defenderse).
- Meta el celular en una bolsa de empanadas llena de grasa. Ni el macho más macho resiste tener las manos llenas de aceite.
- Péguele el siguiente cartel: “Este celular pertenece a un cartel”.
- Sosténgalo debajo de la axila, cual ciudadano francés que lleva el baguette del día a la casa. Y si lo hace, le garantizamos que su teléfono siempre agarrará conexión wi-fó.
- Adorne su celular con plumas y patas de gallina y atrás escríbale Changó. Eso sí: Use esmalte rojo de uñas para asemejar sangre de un sacrificio religioso.
- Colóquele una tira blanca en la parte superior y otra igual en la parte inferior. Luego pinte el celular de azul cielo y diga que es un tapabocas.
- Consígase a un amigo que tenga COVID asintomático y pídale que le tosa encima al celular.
¡Listo!… ¡Ya tiene todas las herramientas! Ahora aplique la que más le guste o combínelas a su antojo. Le aseguramos que así terminará teniendo un celular Buzz Lightyear. Le durará “¡Hasta el infinito y más allá!”. Claro, también le evitaremos una ida al hospital, pues su cuerpo seguirá teniendo cabeza, tronco, extremidades y celular.