Fuego arde sin control en los alrededores de Sydney
Decenas de incendios arden en la costa este de Australia, algunos de ellos en la periferia de Sídney, la ciudad más poblada del país.
«Hay probablemente más de ocho incendios en total» dijo Rob Rogers, subinspector del servicio rural de incendios del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sidney, agregando que se estaba formando lo que llamaron un «megafuego» fuera de control en un área de un parque nacional.
Una espesa capa de humo que desde hace días se acumula sobre Sidney ha llevado a las autoridades a la cancelación de eventos deportivos previstos durante el fin de semana. Las autoridades estatales aseguraron que se trata del evento de contaminación del aire “más largo en el tiempo y más extendido nunca registrado”.
Muchos habitantes de la metrópoli australiana, cuya población supera los cinco millones de habitantes, salieron a las calles cubriendo sus caras con mascaras para protegerse de la contaminación.
En la redes sociales, junto a la etiqueta #sydneysmoke (Sídneyhumo), los usuarios colgaron centenares de fotos en los que se aprecia diferentes puntos de la ciudad con un cielo teñido de un intenso humo naranja.
Las llamas devoraban unas 300.000 hectáreas, en una zona a una hora en coche de la ciudad. Rogers señaló que por el momento los bomberos solo podían desalojar a los vecinos, proteger las viviendas y esperar que mejoren las condiciones meteorológicas.
«No podemos parar estos fuegos, irán ardiendo hasta que las condiciones mejoren y luego intentaremos hacer lo que podamos para contenerlos», dijo a la cadena pública australiana ABC.
En el estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, hay 46 incendios, incluidos seis bajo la alerta «observar y actuar», que se aplica cuando está en riesgo la seguridad pública, según indicó el Servicio Rural de Bomberos.
Este organismo precisó que al menos 684 casas han quedado destruidas a causa de los fuegos, que se expanden por todo el estado y se acercan a grandes zonas urbanas, incluido el oeste de Sídney. Las autoridades pronostican que la situación puede perpetrarse en los próximos días
El ex primer ministro Malcolm Turnbull publicó en la red social Instagram una foto de Sídney cubierta por el humo tomada desde un avión y achacó a la crisis climática la ferocidad de los fuegos que arrasan el país desde principio de noviembre.
«Esta es la realidad del cambio climático: (temperaturas) más calientes y húmedas se traducen en más incendios. Tenemos que acelerar la transición hacia la energía con cero emisiones (contaminantes)», apuntó el ex mandatario.
Shane Fitzsimmons, comisionado del Servicio Rural de Bomberos, alertó en rueda de prensa de las duras condiciones a las que se enfrentarán los bomberos durante la temporada de incendios, que no se espera concluya hasta marzo (verano en el emisferio sur).
«Entre ahora y febrero esperamos lluvias por debajo de la media y temperaturas por encima de lo habitual durante estos meses, lo que desafortunadamente indica un incremento en el peligro de incendios», señaló el comisionado.
En el estado de Queensland, noreste de Australia, decenas de focos arrasan la región y los bomberos han ordenado evacuaciones en varias localidades.
La temporada de incendios en Australia varía según la zona y las condiciones meteorológicas aunque generalmente son habituales en el verano austral.
El cambio climático y de los ciclos meteorológicos han generado una sequía excepcional, una débil tasa de humedad y fuertes vientos, que contribuyen a generar incendios en la maleza. Este año, los fuegos empezaron de forma precoz.
Los peores incendios vividos en el país oceánico en las últimas décadas ocurrieron a principios de febrero de 2009 en el estado de Victoria (sureste) y causaron 173 muertos y 414 heridos, y quemaron una superficie de 4.500 kilómetros cuadrados.