Claudia Gracia lleva a su hija Paulina en una silla de ruedas entre los mostradores de un centro de exposiciones para buscar las últimas innovaciones en cannabis, en la feria anual Expoweed en la capital de México.
Paulina sufre convulsiones y dolores punzantes desde que nació hace 32 años, cuando su cerebro sufrió una falta de oxígeno que le produjo parálisis cerebral. Su cuerpo se tensa con espasmos y sus puños se cierran mientras su madre explica cómo el cannabis ha cambiado sus vidas aliviando el dolor y las convulsiones de su hija, aunque su uso es ilegal en México.
“Ha estado con analgésicos muy fuertes y lo que mejor le ha funcionado es el cannabis”, dijo Gracia, que lleva un año administrando un concentrado de cannabis a su hija. En ese tiempo, señala, las convulsiones han disminuido de forma considerable. “El cannabis amo ya”, dijo la madre, colocando una mano tranquilizadora sobre el hombro tembloroso de su hija.
Gracia tiene previsto pedir un permiso al sistema judicial mexicano para que su hija pueda consumir cannabis de forma legal. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó en agosto al Ministerio de Salud que publicara recomendaciones para el uso medicinal del cannabis en un plazo de 180 días.
La corte también determinó el pasado octubre que la prohibición del uso particular, posesión y cultivo privado del cannabis es anticonstitucional porque viola “el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad”. En México, estas decisiones no se aplican de forma automática a todo el mundo, aunque suelen llevar a que el Congreso modifique las leyes.
Y ahora, los defensores del cannabis tienen esperanzas de que los legisladores mexicanos despenalicen el consumo de marihuana antes de final de año.
Los consumidores llevan más de una década haciendo presión para que se despenalice el consumo de marihuana y sus derivados. El gobierno les ha puesto trabas en ocasiones, pero se espera que esa dinámica cambie durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, que asumió el cargo el 1 de diciembre. Su ministro del Interior ha pedido la despenalización y regulación de drogas ilegales para poder arrebatar el poder a los cárteles y dejar de castigar a los consumidores.
“Hay que reorientar la estrategia para los delitos que sí dejan víctimas”, como los asesinatos y otros actos violentos, dijo Lisa Sánchez, directora de México Unido Contra la Delincuencia, un grupo que ha hecho campaña para pedir la legalización de las drogas.
El expresidente de México Lázaro Cárdenas despenalizó el consumo de marihuana y opioides en 1940, pero no tardó en cambiar de rumbo bajo presión de Estados Unidos. En las últimas décadas, capos como Joaquín El Chapo Guzmán se hicieron ricos llevando marihuana de contrabando a Estados Unidos, aunque los ingresos por marihuana de los cárteles han empezado a mermar tras la legalización de la marihuana en varios estados de Estados Unidos.
El grupo civil México SOS afirma que el país es el segundo productor de cannabis del mundo, con unas 16.500 hectáreas (40.772 acres) de cultivos. El clima y la mano de obras barata permiten su cultivo durante todo el año. El mercado para el cannabis despenalizado o legalizado en México podría ascender a 12.000 millones de dólares para 2029, en torno a la mitad del mercado canadiense actual, señaló la senadora Cora Cecilia Pinedo Alonso.
Los emprendedores ya se están preparando para el cambio. En ExpoWeed, que se celebra en Ciudad de México desde hace cuatro años, Brenda Hernández llenó un mostrador el fin de semana para vender pipas de agua, pipas convencionales y otros objetos, así como para hacer campaña sobre los beneficios de la marihuana, que ella dijo fumar casi cada noche antes de irse a dormir.
“Yo crecí con muchos prejuicios, hasta veía mal a quienes consumían mucho”, comentó la madre de 33 años, creadora de Chicks Vs Stigma, un grupo que insta a las mujeres a consumir cannabis sin vergüenza.
Sus prejuicios desaparecieron hace tres años, cuando su madre recurrió a la marihuana para buscar alivio de su dolor crónico de espalda. “Tuvo una crisis de dolor en que ni la morfina le ayudó”, comentó Hernández.
Un sondeo realizado en 2018 por el Centro de Estudios Sociológicos mexicano mostró que la mitad de los mexicanos encuestados se oponía a la legalización de la marihuana y 7 de cada 10 reprobaba su uso recreativo. Sin embargo, cuando se les preguntó específicamente por su uso con fines medicinales, casi el 90% dijo que era aceptable.
A Hernández le preocupa que su consumo de marihuana pueda ayudar a financiar violentas redes de narcotráfico. Ella preferiría poder comprar hierba de gran calidad a vendedores regulados. Dijo gastar entre 30 y 400 pesos (entre 1,50 y 20 dólares) por gramo en la calle.
Cerca, un músico de dub con rastas que utiliza el nombre artístico Booba Roots dijo haberse acercado a la yerba cuando era adolescente “de una manera muy delincuencial, en la calle”. Ahora que tiene 40 años y consume cannabis tres veces al día, afirma que es hora de legalizarla. “Han criminalizado tanto a una planta como a los consumidores, cuando es algo muy natural”, concluyó.