Accidente aéreo en Kazajstán: 12 muertos y 49 heridos
Un avión de Kazajstán con 98 personas a bordo se estrelló poco después del despegue el viernes temprano, matando al menos a 12 personas, mientras que 49 fueron hospitalizados con heridas, dijeron funcionarios kazajos.
El avión Bek Air golpeó una cerca de concreto y un edificio de dos pisos después del despegue de Almaty, la ciudad más grande y antigua capital de Kazajstán. Perdió su actitud a las 7:22 am (0122 GMT), dijo el Aeropuerto Internacional de Almaty.
Las autoridades locales habían puesto anteriormente el número de muertos en 15, pero el Ministerio del Interior de la nación de Asia Central más tarde revisó la cifra a la baja, sin explicar.
En un comunicado en su página de Facebook, el aeropuerto dijo que no hubo incendios y que se inició una operación de rescate inmediatamente después del accidente.
Alrededor de 1,000 personas estaban trabajando en el sitio cubierto de nieve del accidente. El clima en Almaty era claro, con temperaturas suaves de congelación comunes en esta época del año.
Las imágenes mostraron la parte delantera del fuselaje roto chocado contra un edificio y la parte trasera del avión que yacía en el campo al lado del aeropuerto.
El avión volaba a Nur-Sultan, la capital del país anteriormente conocida como Astana.
El avión fue identificado como un Fokker-100, un avión de reacción de doble turboventilador de tamaño mediano. Se informó que tenía 23 años y la última certificación para operar en mayo. La compañía que fabricaba el avión quebró en 1996 y la producción del Fokker-100 se detuvo al año siguiente.
Todos los vuelos de Bek Air y Fokker-100 en Kazajstán han sido suspendidos en espera de la investigación del accidente, dijeron las autoridades del país.
El historial de seguridad aérea de Kazajstán está lejos de estar impecable. En 2009, a todas las aerolíneas kazajas, con la excepción de la aerolínea insignia Air Astana, se les prohibió operar en la Unión Europea porque no cumplían con los estándares internacionales de seguridad. La prohibición se levantó solo en 2016.