El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó el miércoles una dura acusación de la «guerra» de la humanidad contra el medio ambiente, en un discurso sobre el estado del planeta en el que instó a todos a priorizar «hacer las paces con la naturaleza».
«Nos enfrentamos a una pandemia devastadora, nuevos máximos de calentamiento global, nuevos puntos bajos de degradación ecológica y nuevos reveses en nuestro trabajo hacia los objetivos globales para un desarrollo más equitativo, inclusivo y sostenible», dijo Guterres en el discurso, pronunciado en la Universidad de Columbia en Nueva York.
«Para decirlo de manera simple, el estado del planeta es ‘roto’», aseguró.
Dos nuevos informes autorizados, uno de la Organización Meteorológica Mundial y el otro del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, «explican lo cerca que estamos de la catástrofe climática», dijo Guterres.
El jefe de la ONU expuso en términos crudos el daño que ya se ha hecho al medio ambiente y advirtió que los países corren el riesgo de perder la oportunidad que ofrece la pandemia de coronavirus de restablecer sus prioridades sobre el cambio climático y la protección ambiental si no actúan ahora.
«La humanidad libra una guerra contra la naturaleza. Esto es suicida. La naturaleza siempre contraataca, y ya lo está haciendo con una fuerza y furia crecientes», afirmó, mientras la biodiversidad colapsa, las especies corren el riesgo de extinción, se extienden los desiertos y se pierden los bosques.
«En los océanos hay sobrepesca, y se asfixian con los desechos plásticos. El dióxido de carbono que absorben está acidificando los mares. Los arrecifes de coral están blanqueados y muriendo», sostuvo.
«La contaminación del aire y el agua mata a 9 millones de personas al año, más de seis veces el número actual de la pandemia. Y a medida que las personas y el ganado invaden aún más los hábitats de los animales y perturban los espacios silvestres, podríamos ver más virus y otros agentes que causen enfermedades saltar de animales a humanos», advirtió.
El informe climático anual de la Organización Meteorológica Mundial, publicado el miércoles, revela que este año está en camino de ser uno de los tres más calurosos registrados a nivel mundial, a pesar de los efectos de enfriamiento de La Niña.
El calor más notable se observó en el norte de Asia, en particular en el Ártico siberiano, donde las temperaturas estuvieron más de 5° C por encima del promedio, según el informe.
El calor del océano está en niveles récord y más del 80% del océano mundial experimentó una ola de calor marina en algún momento de 2020, dijo. Además, el hielo marino del Ártico en julio y octubre de 2020 fue el más bajo registrado.
Mientras tanto, el Valle de la Muerte en California alcanzó los 54,4° C el 16 de agosto, la temperatura más alta registrada en el mundo en al menos los últimos 80 años, según el informe.
En este contexto, los incendios devastadores, las inundaciones, los ciclones y los huracanes «son cada vez más la nueva normalidad», señaló Guterres.
Los niveles de dióxido de carbono están en cifras récord y siguen en aumento, a pesar de que los confinamientos por el covid-19 redujeron temporalmente las emisiones, dijo el jefe de la ONU. Los niveles de metano y óxido nitroso también se disparan por encima de los niveles preindustriales. Y las políticas climáticas en todo el mundo «aún tienen que ponerse a la altura del desafío», indicó Guterres.
Las consecuencias que ya se han visto del «asalto a nuestro planeta» por parte de la humanidad obstaculiza los esfuerzos de la ONU para poner fin a la pobreza, garantizar la seguridad alimentaria y limitar la inestabilidad y los desplazamientos, aseguró. Los impactos recaen con mayor fuerza en las poblaciones más vulnerables del mundo. Sin embargo, manifestó que no todo está perdido.
«Seamos claros: las actividades humanas están en la raíz de nuestro descenso hacia el caos. Pero eso significa que la acción humana puede ayudar a resolverlo», dijo. «Hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI. Debe ser la máxima, máxima prioridad para todos, en todas partes», agregó.
A medida que las naciones buscan recuperarse del daño causado por la pandemia, es hora de «activar el interruptor verde» y transformar la economía mundial en una economía sostenible impulsada por las energías renovables, dijo Guterres, por el bien de las generaciones futuras que pagarán por ello.
«La recuperación del covid y la reparación de nuestro planeta pueden ser dos caras de la misma moneda», afirmó.
Guterres estableció tres prioridades principales sobre el cambio climático: primero, lograr la neutralidad de carbono mundial en las próximas tres décadas. En segundo lugar, alinear las finanzas globales con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Y, tercero, concentrar los esfuerzos y el dinero en la búsqueda de avances que ayuden al mundo a adaptarse a un clima cambiante y a desarrollar resiliencia ante los cambios futuros.
Ha habido «señales preocupantes» de que algunos países están usando la crisis causada por la pandemia para hacer retroceder las protecciones ambientales. Mientras tanto, otros expanden su explotación de los recursos naturales, señaló Guterres. Como quiera que sea, se necesita una acción urgente.
«No se puede separar la acción climática del panorama del planeta más amplio. Todo está interrelacionado: los bienes comunes globales y el bienestar global», dijo.
«La naturaleza nos alimenta, nos viste, sacia nuestra sed, genera nuestro oxígeno, da forma a nuestra cultura y nuestra fe y forja nuestra identidad. 2020 iba a ser un ‘superaño’ para la naturaleza. La pandemia ha tenido otros planes para nosotros», señaló.
«Ahora debemos utilizar 2021 para abordar nuestra emergencia planetaria», afirmó.
Los países se reunirán en mayo del próximo año en Kunming, China, para forjar un marco para proteger la biodiversidad y detener la extinción de especies, indicó Guterres. Esto llega después de que el mundo no cumpliera con ninguno de los objetivos globales de biodiversidad establecidos para 2020.
«La biodiversidad no es solo la vida silvestre linda y carismática; es la telaraña de la vida que vive y respira», dijo Guterres. El jefe de la ONU pidió áreas protegidas más grandes y mejor administradas. También políticas que apoyen la agricultura y la pesca sostenibles, en lugar de fomentar la sobreexplotación.
También habrá conferencias el próximo año sobre la protección los entornos marinos del mundo, el transporte sostenible, los sistemas de producción de alimentos, el desarrollo urbano sostenible y la restauración de los ecosistemas. Asimismo tendrá lugar la próxima conferencia climática de las Naciones Unidas, la COP26, que se celebrará en Escocia en noviembre. Estos eventos proporcionarán una «gran cantidad de oportunidades para detener el saqueo y comenzar la curación», dijo.
Mientras el mundo enfrenta esta crisis, Guterres instó a los países a prestar más atención al conocimiento de las comunidades indígenas, guardianas del 80% de la biodiversidad del mundo en la tierra.
También pidió que se reconozca el «papel central» desempeñado por las mujeres. Dijo que son las más afectadas por el cambio climático, pero que representan la columna vertebral de la agricultura. También que actúan como defensoras clave del mundo natural.
En conclusión, Guterres pidió solidaridad mientras el mundo enfrenta un «momento de la verdad para las personas y el planeta por igual». E instó a los líderes a seguir el plan establecido por el Acuerdo de París y otros objetivos climáticos y de desarrollo.
«El covid y el clima nos han llevado a un umbral», expresó. «Ahora es el momento de transformar la relación de la humanidad con el mundo natural y entre sí».