El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dimitirá el próximo 2 de agosto después de casi dos semanas de protestas y manifestaciones de la población pidiendo su renuncia tras la filtración de un chat privado en el que el dirigente, junto a un grupo de asesores íntimos, se burlaba e insultaba a artistas, periodistas, el colectivo LGTBI y políticos, entre otros. Rosselló será sustituido por la secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez, de 59 años, que se convertirá en la segunda gobernadora en dirigir la isla.
El mandatario, que ya había renunciado de la presidencia del Partido Nuevo Progresista (PNP), se dirigió a los puertorriqueños la noche de este miércoles en un mensaje televisado y compartido en redes sociales. “Durante los pasados días muchos de ustedes han estado ejerciendo su derecho a la libertad de expresión, su reclamo ha sido contunde y lo tomé con el más alto grado de humildad”, anunció. “He tomado la siguiente decisión. Hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto de gobernador efectivo el viernes 2 de agosto a las 5 de la tarde a esa hora culminaré mi mandato”, añadió.
Durante la jornada, miles de manifestantes se concentraron frente a la mansión del gobernador para exigir nuevamente su renuncia. El presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico dio un ultimátum al asediado Rosselló: o toma la mejor decisión para el territorio estadounidense que pide su renuncia o se enfrenta a un proceso de juicio político.
Carlos Méndez habló poco después de que recibió una recomendación de los legisladores para proceder con el proceso de juicio político en un informe de una comisión especial encargada de determinar si los legisladores podrían llevarlo a cabo. Se desconoce si hay votos suficientes para llevarlo a cabo. “Solamente se detendrá (el proceso) si el señor gobernador toma una decisión para el bien de Puerto Rico. Nosotros vamos a atender este asunto con la seriedad que requiere”, afirmó.
El periódico El Nuevo Día, el más grande de la isla, reportó que Méndez les envió a los legisladores un mensaje diciéndoles que convocaría a una sesión especial el jueves por la tarde para iniciar el proceso de juicio político.
Este miércoles, casi dos docenas de agentes con equipo antimotines salieron de la mansión del gobernador en dirección a los manifestantes, pero la protesta se mantuvo pacífica. “Yo espero que las cosas cambien”, dijo Tanyanette Ortiz, de 27 años, de Juncos, en el oriente de Puerto Rico. “Ya el pueblo se dio cuenta que, si nos unimos de verdad, pasan grandes cosas”.
En las 889 páginas de conversación que se difundieron el pasado 13 de julio y que ha provocado la dimisión de Rosselló, participantes del chat que se difundió y hablaron de política y de contratos del gobierno, y también insultaron a mujeres y se mofaron de ciudadanos, incluidas las víctimas del huracán María. Rosselló insultó a un par de funcionarias y se burló de un hombre obeso con el que posó en una foto.
El martes se anunció que un juez puertorriqueño emitió órdenes de decomisar los teléfonos celulares de los funcionarios participantes del chat. Una de las órdenes dice que los funcionarios usaban el chat para transmitir información oficial y confidencial a ciudadanos particulares, lo que podría constituir una violación a las leyes de ética.
Durante el pasado fin de semana, Rosselló publicó un video en Facebook en el que anunció que no buscaría la reelección en 2020 ni continuaría como jefe de su partido político, pero su negativa a renunciar enfureció aún más a los puertorriqueños y condujo a una manifestación colosal el lunes en una de las principales autopistas de la capital.
Deuda de 70.000 millones
La presión sobre Rosselló para que renuncie incluyó llamadas de las estrellas de la música de Puerto Rico como Ricky Martin, Bad Bunny y Residente (exintegrante del grupo Calle 13), y una serie de políticos estadounidenses, incluidos miembros del Congreso de ambos partidos y varios candidatos presidenciales demócratas.
La agitación se produce cuando la isla intenta reestructurar parte de la deuda de 70.000 millones de dólares y hacer frente a una recesión de 13 años que ha llevado a un éxodo de casi medio millón de personas a la parte continental de los Estados Unidos en la última década. Muchos puertorriqueños están resentidos por los recortes de pensiones resultantes, el cierre de escuelas y otras medidas de austeridad.
La crisis económica es en parte el resultado de administraciones anteriores, incluida la del padre de Rosselló, Pedro, que sobrepasó, sobrestimó los ingresos y tomó prestados millones a medida que la isla se hundía más en la deuda. En 2017, Puerto Rico presentó el equivalente a la quiebra. El Congreso aprobó un paquete financiero, y una junta federal está supervisando las finanzas de la isla.
Rosselló, graduado del MIT con un doctorado en genética, pasó gran parte de su tiempo como gobernador luchando contra las medidas de austeridad y buscando fondos federales después de que el huracán María devastara la isla en septiembre de 2017, causando miles de muertes y más de 100 mil millones de dólares en daños.
Casi dos años después, unas 30.000 casas todavía tienen techos de lona, los apagones siguen siendo comunes, y Puerto Rico ha recibido menos de un tercio de los aproximadamente 40 mil millones prometidos por el gobierno de los Estados Unidos. Rosselló se quejó a principios de este año de un trato injusto y una actitud hostil por parte de algunos funcionarios de los Estados Unidos.
La confianza del pueblo también se ha visto sacudida por una reciente serie de arrestos por corrupción que involucraron a personas como el exsecretario de educación de la isla y el exjefe de servicios de salud.
Más de una docena de funcionarios han renunciado desde que se filtraron las conversaciones semanas atrás, entre ellos, el jefe de despacho y confidente de Rosselló, Ricardo Llerandi; el exsecretario de Estado Luis Rivera Marín, y el exjefe financiero Christian Sobrino, quien ocupaba otros cinco puestos.