Dos títulos de Grand Slam en dobles y un en single femenino juvenil, hacen ilusionar al tenis colombiano. En el país suramericano, pueden decir que el deporte blanco creció significativamente durante este 2019.
Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, que sorprendieron en Wimbledon, también conquistaron el US Open. Estos veteranos, que en algún momento tuvieron que alejarse del deporte de sus amores, se han convertido en ejemplo para otros tenistas colombianos. Entre ellos, la jovencita María Camila Osorio, que ayer conquistó el cetro juvenil en el último grande del año.
“Este título es una bendición”, acotó Osorio su última rueda de prensa como jugadora juvenil. “Creo que es algo muy bueno para el tenis colombiano, sobre todo para los niños que están comenzando, que sepan que se puede”.
Dos días antes, Cabal y Farath le habían dado una nueva alegría al tenis colombiano. Los número uno en dobles, aún están estupefactos tras el año que han tenido.
“Todo esto es maravilloso”, resumió Cabal. «Si me decías hace tres meses que esto iba a pasar no te creía. Es muy loco lo que está pasando”.
«Esto es un sueño. No puede haber algo más increíble que esto. No parece real”, afirmó Farah.
Cabal, de 33 años, y Farah, de 32, se conocen desde niños en su natal Cali. Empezaron a jugar juntos desde que tenían 12 y 11 años, respectivamente. Se enfocaron en dobles a inicios de la década, al darse cuenta de la palpable brecha con sus rankings de sencillos y se convirtieron en los primeros tenistas en su país en estar en la cima de un ranking, tanto en dobles o sencillos.
«Colombia está orgullosa”, acotó Farah, mientras su compañero mandó un claro y contundente mensaje para que el tenis colombiano tenga más apoyo en los años próximos.
“Nosotros por medio del tenis hemos abierto nuestro camino. Las generaciones que vienen pueden hacerlo cada vez mejor. Tenemos más cultura deportiva… y espero que muchas empresas, el gobierno, el ministerio del Deporte de Colombia, inviertan mucho más en el deporte porque aquí están los resultados”, añadió.
Otra muestra de que el deporte blanco vive un buen año en el país cafetero, es su cuarto en América -18 en general- puesto en la Copa Davis.
Los neogranadinos, en el continente, solo son superados por Argentina, Estados Unidos y Canadá. Tres países en los que el tenis tiene arraigo desde hace mucho tiempo.
FUENTE: AP