
El comediante venezolano George Harris se convirtió en el centro de atención durante el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2025, tras una actuación que generó opiniones divididas y ascendió el debate en redes sociales.
La noche del 23 de febrero, Harris subió al escenario de la Quinta Vergara con una rutina cargada de anécdotas y expresiones propias de su país natal. Sin embargo, desde los primeros minutos, enfrentó una recepción mixta: mientras un sector del público, compuesto en gran parte por venezolanos, lo ovacionaba, otro grupo manifestaba su descontento con pifias y abucheos. Esta tensión llevó al comediante a interrumpir su presentación en varias ocasiones, e incluso a confrontar verbalmente a los asistentes que lo desaprobaban.
Previo a su participación en el festival, Harris ya había estado en el ojo del huracán debido a la resurgencia de antiguas publicaciones en redes sociales, donde emitía comentarios críticos hacia figuras políticas chilenas, como el expresidente Salvador Allende. Estas revelaciones generaron una ola de críticas y pusieron en entredicho su presentación en Viña del Mar.
Tras el incidente en el escenario, diversas personalidades del mundo del entretenimiento y la política expresaron su solidaridad con Harris. Comediantes, artistas e influencers utilizaron sus plataformas para manifestar su apoyo, destacando la valentía del venezolano al enfrentar una audiencia adversa y condenando lo que consideraron actos de xenofobia por parte de algunos asistentes.Por su parte, Alex Hernández, director del festival, señaló que la rutina de Harris había sido revisada en múltiples ocasiones antes de su presentación. Hernández atribuyó la reacción del público a un «error» por parte del comediante, quien, según él, «se equivocó, y cometió errores» durante su actuación.
Este episodio ha reavivado el debate sobre la libertad de expresión en el humor y los desafíos que enfrentan los artistas al presentarse en audiencias culturalmente diversas. Mientras algunos defienden el derecho a expresar su arte sin censura, otros consideran fundamental adaptar el contenido a la sensibilidad del público. Harris no ha emitido declaraciones, dejando abierta la conversación sobre los límites del humor y la tolerancia en escenarios internacionales.
