Mañana, 8 de Octubre la Corte Suprema escuchará tres casos sobre si el Título VII protege a las personas LGBTQ+ sobre la base de la orientación sexual y la identidad de género. Chase Strangio, un abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles quien representa dos de estos casos, tuiteó algo urgente durante el fin de semana. «Si no sabes lo que pasará el 8 de octubre te invito a que te enteres». «Será uno de los días más grandes en la historia legal LGBTQ+…Nuestras vidas están en juego…”
La administración de Trump quiere terminar las protecciones de los trabajadores LGBTQ. Pero el título VII de la ley de derechos civiles de 1964 prohíbe la discriminación sobre la base de características como raza, color, origen nacional, religión y sexo. El DOJ de Trump alude que la palabra sexo contenida en este Título se refiere a la definición que establece que sexo es una condición fisiológica, es decir sexo o el género de la persona lo determina el aparato reproductor con que la persona nació y no con la
orientación sexual o el género con que se identifican las personas.
Las personas del colectivo LGBTQ+ sufren discriminación y estigma por su sexualidad y por haber sido caracterizadas como mentalmente enferma, socialmente desviada y abusadores sexuales. Si bien estas visiones erróneas se han desvanecido de los manuales de psiquiatría y de la Organización Mundial de la Salud y en los últimos años las personas pertenecientes a la “L” y a la “G” (Lesbianas y Gays) están siendo más aceptados, las personas identificadas con la “T” (transgénero) se enfrentan a la ridiculización
de una sociedad que no las entiende y carecen de protección legal. Las personas transgénero experimentan una auténtica desconexión entre el sexo que les fue asignado al nacer y su sentido interno de ser quienes son.
Mañana se hará pública la decisión de la Corte Suprema y si este órgano que dicta justicia legal en Estados Unidos se pone del lado de Trump y los 48 legisladores republicanos que lo apoyan, las implicaciones para los ciudadanos LGBTQ+ serían desastrosas. Significaría el fin de cualquier esperanza de obtener protecciones laborales en virtud de la legislación federal vigente, con posibles efectos que podrían afectar la vivienda, la educación, las finanzas, la atención de la salud y más.
Por: Emilio Apontesierra-Paretti, M.Ed Guidance Counselor.