Comer en una mesa flotante en el río o probar unos ‘fettuccini’ en una clásica ‘trattoria’. Decálogo de placeres que solo se pueden vivir en la capital italiana
1. Comida casera
La Trattoria Settimio (Via del Pellegrino, 117) de Teresa y Mario parece el salón de su hogar. Mantel de tela, vino de la casa y fettuccini hechos a mano los domingos. Comida con sabor a familia. Clientela fija, mejor reservar.
2. La ciudad vintage
El Mercado de las Pulgas está junto al Trastevere. Porta Portese es ideal para pasear los domingos, tomar un aperitivo y un panino de porchetta.
3. Baile en la fábrica
El barrio de San Lorenzo es perfecto para unas copas. Para explorar la pista de baile hay que ir a Ex Dogana: un complejo industrial siempre con buena música (Viale dello Scalo S. Lorenzo, 10).
4. Cita en el Tíber
Sencilla y básica, Società Romana Nuoto del Tíber es una asociación privada flotante que, según el día, admite a visitantes en sus mesitas sobre el río. Vale la pena probar fortuna.
5. Cóctel oculto
Roma sucede casi siempre de puertas adentro. También gran parte de su vida nocturna, oculta en tantos speak easydel centro. Jerry Thomas (Vicolo Cellini, 30) es uno de los más conocidos. Fantásticos cócteles con aroma a club privado. Conviene reservar antes de ir.
6. El bacalao de Pío XII
En una pequeña plaza cercana a Campo de’ Fiori hay una tabernita donde solo se comen filetes de bacalao frito. Dar Filettaro (Largo dei Librari, 88) lleva exactamente igual décadas, incluso Pío XII era un fan absoluto del lugar y mandaba a su secretario al otro lado del Tíber a por sus filetes rebozados. Perfecto para acompañarlos con una puntarelle, la verdura romana por antonomasia.
7. No es helado, es cremolato
La Casa del Cremolato, en el corazón del barrio de Trieste (Via di Priscilla, 18), es el templo de este primo hermano del helado italiano. Hecho de fruta natural, es el accesorio perfecto para pasear.
8. El MAXXI de Zaha Hadid
Dos de los centros culturales de referencia en la ciudad llevan la firma de colosos de la arquitectura: el MAXXI, de Zaha Hadid, y el Auditorio Parco della Musica, de Renzo Piano. Cuadre la visita con alguna de las fantásticas actividades que programan.
9. Pizza en Ai Marmi
Los domingos toca fútbol y pizza. Ai Marmi, en Viale di Trastevere, 53, es un clásico. Aquí conviene llegar más bien tarde porque no reserva y la cola suele ser considerable.
10. Caravaggios para todos
Algunas de las grandes obras de Caravaggio están en iglesias abiertas al público. Una ruta a través de tres templos permite ver seis. Y de la basílica de Santa María del Popolo (La conversión de San Pablo y Crucifixión de San Pedro) a la iglesia San Luis de los Franceses (El martirio de San Matteo, La vocación de San Matteoy San Matteo y el ángel), pasando por la basílica de Sant’Agostino (Virgen de Loreto y Madonna de los peregrinos), se llega en unos 20 minutos a pie.