Un estudio reciente reveló un posible vínculo entre el autismo y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) con los nacimientos por cesárea.
La investigación publicada en JAMA Network Open encontró un aumento del 33 % en las probabilidades de que un niño desarrolle autismo y un 17 % de padecer TDAH en comparación con los nacidos por parto natural.
Los autores señalan que los resultados no significan que las cesáreas causen TDAH o autismo, más bien, podría representar que los factores que conducen a la decisión de tener una cesárea estén vinculados con estos problemas de neurodesarrollo.
Kid’s Health afirma que el autismo es una diferencia en la forma en que se desarrolla el cerebro de una persona. Los pacientes con este problema nacen con él y suelen presentar dificultades para comunicarse y relacionarse con los demás.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades describen al TDAH como uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes de la niñez. Aunque su diagnóstico se realiza en la infancia, a menudo perdura hasta la edad adulta.
Los resultados
Los investigadores analizaron los resultados de 61 estudios de más de 20 millones de cesáreas en 19 países, para evaluar los riesgos asociados con el parto por cesárea.
Entre los hijos de mujeres que tuvieron partos vaginales, la tasa de autismo fue del 0.8 % a comparación del 33 % de los nacidos por cesárea, según la información publicada.
Mientras que para el TDAH, el equipo dirigido por Tianyang Zhang del Instituto Karolinska en Estocolmo, evaluó 14 poblaciones de estudio, de las cuales mostraron un riesgo significativo con la cesárea.
Los pequeños nacidos por parto natural tenían una tasa de TDAH del 2.4 %, mientras que los del grupo de cesáreas representaron un 17 %.
Asimismo, los investigadores sugieren que no exponerse a las bacterias en el canal vaginal o experimentar la respuesta natural al estrés durante un parto normal puede afectar el desarrollo del cerebro del bebé.
«El estudio es estadísticamente significativo, pero desde el punto de la población, el riesgo no es enorme. Y no prueba en absoluto que la cesárea esté causando autismo o TDAH», comentó el doctor Pankhuree Vandana, psiquiatra pediátrico del Hospital Nacional de Niños en Columbus, Ohio, a Reuters.
El parto por cesárea ocurre a través de la abertura quirúrgica que se hace en el abdomen y el útero de la madre. Normalmente se realiza cuando se determina que este método es más seguro para la madre, para el bebé o para ambos que el parto vaginal, según la Stanford Children’s Health.
Algunas cesáreas son planificadas y programadas, mientras que otras pueden practicarse como resultado de complicaciones en el trabajo de parto.
Aunque existen diversos factores que aumentan las probabilidades de un parto de esta forma, las más comunes son:
- Frecuencia cardíaca fetal anormal: lo adecuado es que varíe entre 120 y 160 latidos por minuto, de lo contrario, indicaría un riesgo para ambos.
- Posición anormal del feto durante el alumbramiento: la posición normal es con la cabeza para abajo y la cara hacia la espalda de la madre.
- Falta de progreso o evolución anormal del trabajo de parto.
- El bebé es demasiado grande para salir por el canal vaginal.
- Complicaciones de la placenta: por ejemplo, que la placenta bloquee el cuello uterino y presente el riesgo de desprenderse del feto prematuramente.
- Problemas médicos maternos: como diabetes, presión arterial alta o por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
- Lesiones por herpes activas en la vagina o en el cuello uterino de la mujer.
- Mellizos.
Como cualquier intervención quirúrgica, pueden surgir complicaciones, tales como:
- Sangrado.
- Desprendimiento anormal de la placenta.
- Lesiones en la vejiga o en los intestinos.
- Infección en el útero o en la herida.
- Dificultad para orinar e infecciones en las vías urinarias.
- Retraso en el regreso de la función intestinal.
- Coágulos de sangre.