Por 50 dólares se puede tener una sesión online y ser curado de la homosexualidad según lo asegura la asociación mexicana y cristiana Venser y publicada por espaciomex.com ().
Algunas personas quieren y ofrecen curar la homosexualidad porque consideran que es una aberración y la comparan con una enfermedad. Para otros, curar es una opción porque creen que la homosexualidad se elige y es un comportamiento adquirido, por tanto ellos piensan que este comportamiento puede cambiarse con el tiempo o usando métodos clínicos, con terapias, médicos e incluso exorcismos.
Si esto es así, entonces la propuesta de Venser es una esperanza para ese 10% de la población mundial que es considerada homosexual. Los activistas e investigadores LGBTQ+ utilizan este porcentaje aproximado manejado desde la década de los 70 derivado de los estudios de Kinsey y otros autores de Estados Unidos, pero la mayoría de las personas consideran que este número no es preciso ya que en el mundo existen leyes que obligan a la comunidad LGBTQ+ a vivir oculta.
Esta posibilidad es una gran esperanza o una devastadora mentira para los habitantes LGBTQ+ condenados a muerte en los 70 países en donde la homosexualidad es un crimen. Podría ser una esperanza inmediata para los habitantes de Brunéi, en la isla de Borneo, que desde el tres de Abril del 2019 la pena de muerte para homosexuales es legal. Brunéi se une a Irán, Arabia Saudita, Yemen, Sudán, Mauritania y partes de Nigeria y Somalia, para castigar las relaciones homosexuales con la pena de muerte. (ILGA: La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intergénero)
Si esta esperanza fuera real, la comunidad LGBTQ+ de estos países podría cambiar su muerte por unos cuantos dólares, sin embargo usar el internet en Brunéi es peligroso como lo manifestó el Dr. Shahiran S Shahrani en un reportaje hecho por la BBC: «La comunidad gay en Brunéi nunca ha sido abierta pero cuando llegó Grindr (una app para citas gay) eso ayudó a muchos a relacionarse en secreto. Ahora, me cuentan que casi nadie está utilizando más a Grindr», dice en su entrevista a la BBC.
También existe una esperanza para los que no usan el internet por temor al gobierno: la doctora kuwaití, Mariam Al-Sohel quien “inventó” unos supositorios que curan la homosexualidad al exterminar el gusano anal que se alimenta de semen. (La razom.es en ). Al-Sohel asegura que ha inventado un supositorio anal basado en la «medicina profética» del “Profeta Muhammad”. Esta doctora afirma que el tratamiento ha sido ya sometido a investigaciones y pruebas” para acabar con los que llama «el tercer género» (los homosexuales) y al cuarto, las «lesbianas varoniles». Ella también aconseja el consumo de alimentos amargos y vegetales de raíz para aumentar la masculinidad.
Para aquellos que no pueden usar el internet o comprar los supositorios de la doctora Al-Sohel, pero tienen acceso a Cuba, está el pastor Adrián Pose, quien según el Washingtonblade.com (), admira a los presidentes de Brasil y Estados Unidos. Según Pose, Donald Trump es el “precursor de los ideales cristianos”. Pose asegura que, gracias al Espírito Santo, él exorciza el demonio de la homosexualidad.
Pose explica que hay tres niveles de influencia demoníaca: opresión, demonización y posesión. Para él y sus seguidores, los demonios son quienes conducen a la humanidad hacia las tentaciones, enfermedades y adicciones. También aseguran que los demonios vuelven homosexuales a las personas y las someten a la fornicación. Esta esperanza, se convierte entonces en algo más palpable para aquellos hispanos en Estados Unidos que tienen acceso a Cuba.
El Instituto Williams, adscrito a la Universidad de California en Los Angeles sugiere en su estudio publicado en el 2011 que en Estados Unidos hay más de 8 millones de adultos que se identifican como lesbiana, gay o bisexual, lo cual representa un 3.5 % de la población adulta. El resultado se obtuvo del análisis de cuatro estudios demográficos nacionales y dos estatales. El estudio dice que alrededor de 19 millones de personas en Estados Unidos, equivalente al 8.2 % de la población adulta, indican que han tenido relaciones sexuales con personas del mismo sexo. Y más de 25 millones (11%) reconocen que han sentido atracción homosexual. (shorturl.at/bxAN6 )
Pose podría representar una esperanza muy cercana para los latinos pertenecientes a ese 11% de la población homosexual de Estados Unidos, o por lo menos aquellos que tengan acceso a la Isla.
¿Pero qué pasaría con aquellos hispanos que no son originarios de allá o que o no pueden viajar a la isla debido a las políticas del gobierno estadounidense para visitar Cuba? Otra esperanza aparece si estos pueden usar sus tarjetas de crédito para viajar a Europa. Para este grupo hay una esperanza y está localizada en Madrid, España.
El Obispado de Alcalá de Henares imparte cursos para “curar” la homosexualidad y Ángel Villascusauna, un periodista infiltrado en un curso, confirma que el objetivo del curso es curar la homosexualidad. (). El curso se acompaña de fichas de trabajo y tareas en casa que los participantes deben realizar. El obispado asegura que sus sesiones no consisten en terapias regenerativas, sino de una formación educativo-sexual. Sin embargo, el periodista Villascusauna confirma en el diario.es que los materiales enviados a los participantes tienen como objeto, al igual que Venser, que las personas dejen su homosexualidad.
Otro grupo de cursos para ‘curar’ la homosexualidad y revelado por el periódico español El Diario.es. (shorturl.at/ioxG8) es el Grupo V y L (Verdad y Libertad). Este grupo está Liderado por el médico M. Á. S. C. y celebra sus encuentros en sedes religiosas de Valencia.
M. Á. S. C. ofrece los cursos clandestinos con su grupo V y L en los Salesianos de Godelleta, las Esclavas de Gandia y Verbum Dei en Siete Aguas. Las terapias son grupales, explican tres ex miembros del colectivo consultados por el periódico. V y L compara la AMS (Atracción Hacia el Mismo Sexo) con una adicción la cual es una herida. Hay que trabajar para curar esas heridas a la masculinidad. Los ejercicios se hacen para identificar las heridas y sanarlas. Tú tienes que ‘cerrar’ la puerta, debes decir adiós a las aplicaciones móvil de contactos como Grindr, la visualización de porno o la masturbación».
Las terapias online de Vence o los cursos
presenciales en España, junto con los supositorios proféticos inventados en
Kuwait son esperanzas originadas por los movimientos que buscan
“convertir” a las personas LGBTQ+ en heterosexuales. Todos estos intentos parten de la premisa de que la homosexualidad es una aberración o una enfermedad que debe ser sanada. Las terapias de reconversión sexual, también conocidas como terapias de reorientación o terapias reparativas, son una serie de herramientas y métodos, la mayoría pseudocientíficos, utilizados para intentar modificar la orientación de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales.
El fin de todo este entramado de técnicas, terapias y procedimientos es claro: intentar convertir a la persona en heterosexual y Cis. Personas Cis son aquellas personas que pertenecen al grupo Transgénico de la comunidad LGBTQ+.
Organizaciones como Courage International (Coraje Internacional), Exodus Internacional (Éxodo Internacional), o Parents and Friends of Ex-Gays and Gays (Familiares y Amigos de Exgais y Gais) han contribuido durante años a la difusión de los supuestos poderes curativos de las terapias de reconversión. Este tipo de organizaciones y centros que favorecen y practican estas terapias buscan ayudar a sus pacientes a desentrañar el origen de la desviación sexual y luego corregirla, como le ocurre a Garrard en la película Boy Erased’ (Identidad borrada en español).
Esta película basada en el libro publicado por Dos Bigotes que narra la historia real de un joven de 19 años de edad llamado Garrard Conley ocurrida en la primera década de los 2000. Gerrard es hijo de un pastor bautista del sur de Estados Unidos que fue obligado a seguir una terapia de conversión a la heterosexualidad. Garrard fue enviado a Love In Action, una organización donde, a través de un sistema de doce pasos basados en la Biblia, intentaron suprimir y reorientar su homosexualidad. Otra película, The Miseducation of Cameron, que trata el lesbianismo, menciona que al menos 7.000 personas en Estados Unidos han sido llevadas a estas terapias, de forma voluntaria o forzada, y por un tiempo corto o por años.
La creencia de que las personas LGTBI+ deben «curarse» aún existe, como lo divulgan estas películas basadas en casos reales, sin embargo está claro que esto es inalcanzable, ya que es imposible encontrar cura para una enfermedad que no existe. La esperanza existe: Y no es la cura, es la educación y la modernización de las leyes que restringen la libertad de ser quien se es.
APA (Asociación Americana de Psiquiatría) es otra esperanza que se une a la existencia de este tipo de películas que a través de la información ofrecida por ellas se constituyen en un arma educativa que contribuye a dar visibilidad y terminar de una vez por todas con este tipo de prácticas ilegales, inhumanas e injustificadas. APA desclasificó la homosexualidad como enfermedad mental en 1973 y la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo hizo en 1990.
Para acercare a la esperanza y minimizar el número de muertes entre las personas LGBTQ+ en este link está el folleto de APA: https://www.apa.org/topics/lgbt/answers-questions-so- spanish.pdf. Y para continuar con la esperanza legal, sigamos a India. «Criminalizar las relaciones sexuales es irracional, arbitrario y manifiestamente inconstitucional», fueron las palabras leídas por el jefe de la Corte Suprema Dipak Misra, anunciando la derogación de la norma promulgada en 1861 que criminalizaba las relaciones homosexuales en uno de los países más poblados del mundo.
Por: Emilio Apontesierra-Paretti, M.Ed Guidance Counselor.