Triunfo del Talibán en Afganistán alienta a extremistas
Pocos días después de que el Talibán tomara Afganistán, una caravana de milicianos atravesó la ciudad siria de Idlib haciendo ondear las banderas blancas y negras del grupo, y disparando sus armas al aire.
Los festejos de una filial de Al Qaeda en un rincón remoto de Siria fueron una expresión de la sensación de victoria que experimentan los grupos extremistas islámicos, desde Siria y la Franja de Gaza hasta Pakistán y el África occidental, que ven en la salida de Estados Unidos una oportunidad para reafirmar su presencia.
Para esos grupos, la salida caótica de Estados Unidos tras el derrumbe de las fuerzas de seguridad a las que había entrenado durante dos décadas es un regalo, ya que ratifica su mensaje de que Washington a la postre abandona a sus aliados y que, con paciencia, se puede derrotar a un enemigo poderoso.
“El éxito del Talibán abre el camino para que los grupos extremistas aceleren sus operaciones globales de reclutamiento. Para ellos es mucho más fácil ahora y encuentran mayor receptividad”, dijo el experto en milicias islámicas Hassan Abu Haniyeh, en Amán, Jordania.
A pesar de los miles de millones de dólares que gastaron Estados Unidos y la OTAN a lo largo de casi 20 años para fortalecer a los organismos de seguridad afganos, el Talibán tomó casi todo Afganistán en poco más de una semana en medio del retiro de las tropas estadounidenses. El grupo fundamentalista entró triunfalmente en Kabul el 15 de agosto cuando colapsó el gobierno y el presidente Ashraf Ghani huyó del país.
Desde entonces, decenas de miles de personas desesperadas por huir de un país gobernado por el Talibán han sido evacuadas por medio de un puente aéreo
“Los sucesos que se desarrollan en Afganistán han dado a los grupos yihadistas y los adversarios de Estados Unidos motivos para festejar, y a los aliados de Estados Unidos en la región motivos de preocupación”, dijo Abu Haniyeh. “Piensan que los estadounidenses podrían abandonarlos tal como hicieron con el gobierno de Ashraf Ghani”.
Existe el temor de que Afganistán vuelva a convertirse en una base donde los milicianos conspiren contra Occidente, como sucedió con los ataques del 11 de septiembre de 2001 que provocaron la invasión estadounidense.
“Esta es la historia que va a impactar e influenciar a los milicianos yihadistas en todo el mundo durante la próxima década, así como la victoria sobre los soviéticos en Afganistán en los 80 inspiró a los yihadistas de todo el mundo en los 90 e incluso después”, dijo Elie Tenenbaun, director de estudios de seguridad en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales.
La victoria del Talibán también dio un impulso a sus rivales en Afganistán: una rama local de la red del grupo Estado Islámico. El jueves, la filial se adjudicó la autoría del atentado suicida que mató a decenas de personas a las puertas del aeropuerto de Kabul, entre ellas 13 miembros del ejército
Los talibanes deben enfrentarse ahora a un Estado Islámico envalentonado, que desafía su dominio con militantes mucho más radicales y cuyas filas se han visto engrosadas después de que los talibanes liberaran prisioneros durante su avance por Afganistán.
Fuente: El nuevo Herald