Un número creciente de empresas más pequeñas está adoptando una semana laboral de cuatro días. Ahora los resultados de una prueba reciente en Microsoft sugieren que podría funcionar incluso para las empresas más grandes.
La compañía presentó un programa este verano en Japón llamado “Work Life Choice Challenge”, que cerró sus oficinas todos los viernes de agosto y dio a todos los empleados un día libre adicional cada semana.
Los resultados fueron prometedores: si bien la cantidad de tiempo dedicado al trabajo se redujo drásticamente, la productividad, medida por las ventas por empleado, aumentó casi un 40% en comparación con el mismo período del año anterior, dijo la compañía en un comunicado la semana pasada.
Además de reducir las horas de trabajo, los gerentes instaron al personal a reducir el tiempo que pasaban en reuniones y respondiendo correos electrónicos.
Sugirieron que las reuniones no deberían durar más de 30 minutos. También se alentó a los empleados a reducir por completo las reuniones mediante el uso de una aplicación de mensajería en línea (la de Microsoft, por supuesto).
Los efectos fueron generalizados. Más del 90% de los 2.280 empleados de Microsoft en Japón dijeron más tarde que se vieron impactados por las nuevas medidas, según la compañía.
Al cerrar a principios de cada semana, la compañía también pudo ahorrar en otros recursos, como la electricidad.
La iniciativa es oportuna. Japón ha luchado durante mucho tiempo con una sombría y, en algunos casos, fatal, cultura de exceso de trabajo. El problema es tan grave que el país incluso ha acuñado un término para ello: karoshi significa muerte por exceso de trabajo por enfermedades inducidas por el estrés o depresión severa.
El tema atrajo la atención internacional en 2015, cuando un empleado del gigante publicitario japonés Dentsu se suicidó el día de Navidad. Los funcionarios de Tokio dijeron más tarde que el empleado había trabajado cantidades excesivas de horas extras.
Dos años después, un periodista de una emisora japonesa murió después de trabajar castigando largas horas. Su empleador dijo que había registrado 159 horas de tiempo extra el mes anterior a su muerte.
Eso ha llevado a las empresas a comenzar a buscar soluciones. Algunas compañías han comenzado a ofrecer a los empleados más flexibilidad, y el gobierno ha lanzado una campaña llamada “Premium Friday”, que alienta a los trabajadores a irse temprano cada último viernes del mes.
Microsoft, por su parte, dice que realizará otro experimento en Japón a finales de este año. Planea pedirles a los empleados que presenten nuevas medidas para mejorar el equilibrio y la eficiencia en el trabajo y la vida, y también solicitará a otras compañías que se unan a la iniciativa.