Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, ofreció en la mañana de este jueves un balance del encuentro realizado este miércoles entre representantes del Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de México para presentar y evaluar resultados alcanzados como parte del acuerdo migratorio entre ambos países.
Ebrard detalló que ofreció datos a la delegación estadounidense que prueban que la estrategia de México está funcionando. De junio a la fecha, dijo el canciller, se redujo el flujo migratorio en un 58,7% y se han mejorado servicios de inteligencia. Como parte del plan de México, Ebrard aseguró que en ocho meses podrán evaluar la creación de empleos en otros países de Centroamérica, que contribuiría también a la reducción en el número de personas que pretenden migrar a Estados Unidos.
Sin embargo, para el canciller de México, un punto relevante de la reunión, fue enfatizar al Gobierno estadounidense que “el control del tráfico de armas en la frontera tiene el mismo rango de prioridad que para ellos tiene el tema de la migración”.
“El 70% de las armas utilizada en delitos viene de Estados Unidos y el objetivo no es nada más reducirlo, sino congelarlo y para eso necesitamos la participación de las autoridades norteamericanas”, dijo Ebrard.
Se acordó, según informó el canciller de México, que se hará un informe mensual de los delitos cometidos con armas de fuego provenientes de Estados Unidos. Ebrard dijo que el Gobierno de Estados Unidos ya determinó las agencias que participarán en estas operaciones y que México exigirá “que Estados Unidos tome acciones en reciprocidad a las acciones en temas migratorios que México está tomando”.
Ebrard también hizo pública la posición del Gobierno de México sobre la decisión que tomó la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos este miércoles, que despeja el camino para la regla de la administración Trump que limita drásticamente la capacidad de los migrantes centroamericanos de solicitar asilo. La norma, de los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, prohibiría a los migrantes que han residido o viajado a través de terceros países solicitar asilo en EE.UU.
“Es un asunto de Estados Unidos, pero desde luego que no coincidimos”, dijo Ebrard y agregó que autoridades de México sostendrán reuniones esta semana para evaluar el impacto que la decisión de la corte de Estados Unidos tendrá en el país. Además, Ebrard dijo que comunicaron al Gobierno de Estados Unidos, por escrito, que México no aceptará ser un tercer país seguro para solicitantes de asilo.
El canciller de México dijo que, aunque hay buena disposición, por el momento no está programado un encuentro entre los presidentes Trump y López Obrador. Sin embargo, López Obrador reiteró que dialogó con Trump este miércoles fue en buenos términos y enfatizó que “son buenas las relaciones, no hay diferencias”.
Durante la rueda de prensa, representantes del Gobierno de México aseguraron que han recibido de Estados Unidos 330 millones de dólares como parte del compromiso de ese país de invertir 2.000 millones de dólares para proyectos que fomenten la creación de empleos y mitigar así la migración. Ebrard adelantó que se realizarán más reuniones con delegaciones de Estados Unidos, Guatemala, El Salvador y Honduras, para hacer un balance de los logros alcanzados hasta el momento.
“Vamos a tener conversación con el presidente electo de Guatemala en septiembre y será un diálogo muy relevante para nosotros”, dijo Ebrard.
López Obrador, por su parte, aprovechó para comentar, tras su conversación con Trump, que hay condiciones muy favorables para que el Congreso de Estados Unidos apruebe el tratado de libre comercio con México y Canadá.