
En las últimas semanas se ha registrado un aumento de los casos de HMPV en China, sobre todo en jóvenes en el norte del país. Por otro lado, el Ministerio de Sanidad de la India confirmó dos casos de este mismo virus.
El metapneumovirus humano es un virus ARN de la familia Paramyxoviridae, género metapneumovirus. Es una enfermedad estacional que suele presentarse en invierno y principios de primavera, los síntomas más comunes son tos, fiebre, congestión nasal y dificultad para respirar. En casos excepcionales, este virus puede provocar enfermedad respiratoria de gravedad variable, sobre todo en niños, personas con inmunodeficiencia y adultos mayores, pero no es probable que provoque la próxima pandemia.
Aunque la mayoría de las infecciones por metapneumovirus humano son relativamente leves, puede causar una enfermedad más grave en personas con afecciones médicas subyacentes, como enfermedades cardíacas. Las complicaciones pueden incluir neumonía, con dificultad para respirar, fiebre y sibilancias. El HMPV también puede empeorar enfermedades pulmonares preexistentes, como asma o enfisema. Además, la infección puede ser grave en personas con sistemas inmunitarios debilitados, en particular en aquellas que han recibido trasplantes de médula ósea o de pulmón.
Según indica el catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca Raúl Rivas González en un artículo publicado en el portal de divulgación The Conversation, el HMPV es un virus muy común y emparentado con el virus respiratorio sincitial (VRS). Fue descubierto por primera vez en 2001 por científicos de los Países Bajos en un grupo de niños cuyas pruebas para otros virus respiratorios conocidos dieron resultados negativos. Pero probablemente el virus ya existía desde mucho antes.
Al igual que el VRS, el HMPV es una infección estacional de corta duración común en los meses más fríos, pero tiene el potencial de alcanzar niveles epidémicos, cuando se produce una alta tasa de infección en un momento determinado.
Este virus se adquiere a través del contacto con las secreciones respiratorias (estornudos, tos, manos y superficies contaminadas con secreciones, etc.) de una persona enferma.
En la actualidad, no existe tratamiento ni vacuna para el metapneumovirus humano. Las medidas preventivas incluyen una buena higiene, evitar el contacto con personas infectadas y el uso de mascarillas. Se está desarrollando una vacuna, asegura Albert Osterhaus virólogo y experto en gripe holandés, que predice que estará disponible “en los próximos años”.
Por Bárbara Moret