
Sam Altman, CEO de OpenAI, advirtió sobre las consencuencias de la cortesia con el chatbot de inteligencia artificial. La cortesía es una virtud inherente a las interacciones humanas. Decir “por favor” y “gracias” es una buena costumbre, pero con la inteligencia artificial, como el caso de ChatGPT, no sería la mejor solución.
Según varias investigaciones y declaraciones de expertos, como el CEO de OpenAI, Sam Altman, usar estas dos expresiones tiene un costo considerablemente alto en términos de consumo energético, y, aunque en algunos casos puede mejorar las respuestas de la IA, hay razones para reconsiderar si vale la pena hacerlo.
Cuál es el impacto de ser cortés con la inteligencia artificial
ChatGPT, como muchos otros modelos de inteligencia artificial, funciona mediante un proceso complejo que involucra miles de operaciones computacionales para generar respuestas a las consultas de los usuarios. Cada vez que se realiza una solicitud, la IA debe procesar la entrada en su totalidad, dividiéndola en tokens (unidades más pequeñas de texto), lo que incrementa el tiempo y los recursos requeridos, especialmente cuando las interacciones son más largas y detalladas debido a la cortesía.
Aunque la respuesta del CEO fue en tono de broma, la realidad es que las interacciones con palabras como “por favor” o “gracias” requieren un mayor procesamiento computacional, lo que se traduce en más consumo energético y, por ende, mayores costos para la empresa.
Este fenómeno es el resultado de cómo funciona el modelo de lenguaje de ChatGPT. Si se incluyen palabras adicionales en una consulta, como las mencionadas anteriormente, la cantidad de tokens que debe procesar la IA se incrementa, lo que exige más tiempo de cálculo, mayor uso de las unidades de procesamiento gráfico (GPU) y, en última instancia, una mayor carga sobre los servidores que operan el sistema.
Este consumo adicional de recursos puede parecer insignificante en un solo caso, pero cuando se multiplican estas interacciones por millones de usuarios diarios, los costos se disparan.
La huella ecológica de la IA
El consumo energético de la IA no se limita únicamente a los costos monetarios. También tiene una considerable huella ecológica, pues los centros de datos que albergan los servidores de modelos como ChatGPT requieren enormes cantidades de electricidad.
Por Juan Ríos