Los grandes héroes no sólo son los admirables valientes que enfrentan y detienen al criminal, -que también-. A veces, alejados de los focos; de los elogios; de las medallas al mérito y las capas rojas que surcan el cielo, las personas «corrientes» toman en su pequeño mundo decisiones que inevitablemente emocionan. Camryn Crowde tomó una de esas decisiones loables, y por eso ahora lo consideran «el nuevo héroe de Ohio».
«No creo que sea un héroe. Hice lo que debía hacer», dijo él joven sobre su nuevo apodo.
En la madrugada del domingo, Camryn Crowde y la madre de su hijo, Brittany Bungey, habían salido como tantos otros jóvenes a una de las zonas de bares más concurridas de la ciudad de Dayton, en Ohio. Escogieron looks blancos a juego, un color que siempre destaca en la oscuridad de las discotecas, pero también, sobresale entre la apabullante multitud durante una noche cruenta.
El reloj marcaba, aproximadamente, las 01:00 horas de la madrugada cuando Crowde y Bungey quedaron atrapados entre los gritos; las carreras; la confusión; los empujones y el turbador sonido de los disparos.
«Me giré y vi a alguien apuntando con un arma», contó Camryn Crowde al diario localDayton Daily News.
El hombre que sostenía el rifle era Connor Betts. Protegido con un chaleco antibalas, el tirador de 24 años tenía munición suficiente para haber asesinado «a cientos», dijeron las autoridades. Y una de esas balas de sus 17 cargadores pasó a pocos metros de la joven pareja, tal y como mostró este miércoles un video publicado en redes sociales.
En las imágenes, captadas por cámaras de vigilancia, se ve a Camryn Crowde y Brittany Bungey segundos después de empezar el tiroteo. Los dos corrían junto al resto de civiles para escapar de los disparos. Durante su huida, una bala impactó en un árbol cerca de ellos, Brittany tropezó y se estrelló contra el pavimento.
En seguida, Camryn Crowde se lanzó al suelo tras ella, y la arrastró hasta acurrucarla debajo de su cuerpo para protegerla de los disparos. Durante varios minutos, la escondió así, actuando de escudo humano, mientras vigilaba en todas direcciones por si aparecía el tirador. Sólo se pusieron en pie cuando una pareja junto a ellos pasó corriendo.
«Quería asegurarme de que no la herían. Estaba más que preparado para eso. Sólo rezaba como, ya sabes, pase lo que pase, ocurrirá en este momento», explicó Crowde.
El video difundido hizo que muchos usuarios en redes sociales consideren a Crowde «un héroe». Pero la realidad de este héroe sin capa es que él y su novia sufren desde el día del ataque un shock postraumático que les impide salir de casa sin sentir miedo. Sus nombres no figuran entre las nueve víctimas mortales de la masacre, y tampoco entre los 27 heridos (14 de bala), pero las secuelas psicológicas les acompañarán durante mucho tiempo.
«Estoy bastante segura de que si Cam no me hubiera protegido en el suelo, estaría muerta. Me arrastró y se puso sobre mí para protegerme. Esto ha sido lo más aterrador que jamás me haya sucedido. No creo que quiera volver a salir jamás. La gente está loca y yo estoy demasiado traumatizada», escribió el domingo Brittany Dungey en su cuenta de Facebook.